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Vehículo Porsche 911T 2.4 de 1973, un proyecto que destaca por su exigencia técnica y atención meticulosa a los detalles. Hemos realizando el desmontaje completo del vehículo y la preparación de la carrocería para el proceso de chorreo, una etapa esencial que permitirá eliminar cualquier residuo de pintura y signos de corrosión, garantizando una superficie completamente limpia y una carrocería totalmente saneada.
El desmontaje de este clásico vehículo Porsche se lleva a cabo dando la mayor importancia a mantener la integridad y autenticidad del vehículo y de sus piezas originales. Cada componente es cuidadosamente retirado y catalogado, asegurando que todas las piezas originales se conserven o se sustituyan por equivalentes además de genuinas siguiendo las especificaciones de fábrica.
La preparación de la carrocería para el chorreo es un paso crítico en la restauración de vehículos clásicos de alta gama. Este procedimiento especializado permite eliminar de manera uniforme cualquier rastro de pintura anterior y óxido acumulado, dejando una superficie completamente libre de problemas. Una vez completado el proceso de chorreo, se procederá a una inspección exhaustiva de la carrocería, evaluando la presencia de posibles daños estructurales o áreas afectadas por la corrosión. Estas imperfecciones o daños serán reparadas o reemplazados con precisión, siempre preservando el diseño y características originales del vehículo.
Con el chasis ya saneado y preparado, pasamos a la fase de pintura, una etapa clave para devolver al vehículo una imagen renovada y elegante. Se ha aplicado un acabado en blanco hueso, un color seleccionado por su sofisticación y capacidad para resaltar las líneas atemporales del Porsche 911 Targa. Este tono, aunque no es el original del modelo, ha sido elegido para aportar un toque contemporáneo sin perder el carácter clásico del vehículo. El proceso de aplicación se realiza bajo condiciones controladas, garantizando una cobertura uniforme, un brillo limpio y una durabilidad a largo plazo.
La restauración de un vehículo Porsche clásico como el 911T 2.4 de 1973 exige una combinación de experiencia, precisión y profesionalidad. Todos los trabajos se ejecutan siguiendo los más altos estándares de calidad, asegurando que cada fase del proceso cumpla con las especificaciones originales de fábrica y con las expectativas más exigentes de los entusiastas de los coches clásicos.